¡INDIGNATE! STEPHANE HESSEL
jueves, 13 de octubre de 2011POR DANIEL EMILIO PACHECO.
Todos juntos debemos velar por que nuestra sociedad sea una
sociedad de la que podamos estar orgullosos: no esa sociedad de sin papeles, de
expulsiones, de recelo hacia los inmigrantes; no esa sociedad que pone en duda
la jubilación, el derecho a la Seguridad Social; no esa sociedad donde los
medios de comunicación están en manos de la gente pudiente.
A partir de 1945, después de un drama-ocasionado por el
nazismo- atroz, las fuerzas presentes en el Consejo de
la Resistencia emprendieron una ambiciosa resurrección. . .
“Un plan completo de Seguridad Social cuyo objetivo sea
garantizar a todos los ciudadanos los medios de subsistencia, en todos aquellos
casos en los que no puedan procurárselos a través del trabajo”.
“Una jubilación que permita a los ancianos trabajadores
finalizar sus días con dignidad.”
“El retorno a la nación de los grandes medios de producción
monopolizados, fruto del trabajo común, de las fuentes de energía, de las
riquezas del subsuelo, de las compañías de seguros y de los grandes bancos.”
“Una organización racional de la economía que garantice la
subordinación de los intereses particulares al interés general, libre de la
dictadura profesional instaurada a imagen de los Estados fascistas.”
“La libertad de prensa, su honor y su independencia con
respecto al Estado, los poderes económicos o las influencias extranjeras”
“La posibilidad efectiva de todos los niños de beneficiarse
de la enseñanza más desarrollada”
Son los cimientos de las conquistas sociales de la
Resistencia lo que hoy se pone en tela de juicio.
Se atreven a decirnos que el Estado ya no puede garantizar
los costes de estas medidas ciudadanas. Pero ¿Cómo puede ser que actualmente no
haya suficiente dinero para mantener y prolongar estas conquistas cuando la
producción de riqueza ha aumentado considerablemente desde la Liberación, un
periodo en el que Europa estaba en la ruina? Pues porque el poder del dinero,
tan combatido por la Resistencia, nunca había sido tan grande, insolente,
egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del
Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus
dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general.
Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más
ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero.
Es cierto, las razones para indignarse pueden parecer hoy
menos nítidas o el mundo demasiado complejo. ¿Quién manda?, ¿Quién decide? No siempre
es fácil distinguir entre las corrientes que nos gobiernan. Ya no se trata de
una pequeña elite cuyas artimañas comprendemos perfectamente. . . pero en este
mundo hay cosas insoportables. Para verlo, debemos observar bien, buscar. Yo les
digo a los jóvenes: busquen un poco, encontraran. La peor actitud es la
indiferencia, decir “paso de todo, ya me las arreglo”. Si se comportan así, perderán
uno de los componentes esenciales que forman al hombre. Uno de los componentes
indispensables: la facultad de indignación y el compromiso que la sigue.
Nosotros, veteranos de la Resistencia y de las fuerzas combatientes
de la Francia Libre, apelamos a las jóvenes generaciones a dar vida y
transmitir la herencia de la Resistencia y sus ideales. Nosotros les decimos: tomen el relevo, ¡indígnese!
Les deseo a todos, a cada uno de ustedes, que tengan su
motivo de indignación.
Esto lo escribe un hombre a los 93 años, Stéphane Hessel, que ha visto a lo
largo de su vida una cantidad de horrores generados por el ser humano -guerra,
terrorismo, hambre, explotación, discriminación- y que en estos momentos al
final de sus días y después de haber sido miembro de la Resistencia francesa, de
sobrevivir a Buchenwald, de ser el único redactor vivo de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de
1948, y defender la causa palestina
siendo judío, debiera estar conforme. . . Y sin embargo. . . Su preocupación es
que estamos viviendo En el conformismo de un sistema que cada vez más pisotea
nuestros derechos humanos básicos.
De la edición. Portada sencilla de acuerdo al tema. Impresión
limpia y cuidada con aportaciones del autor a la edición española, prólogo de José
Luis Sampedro y comentarios del editor. Editorial
DESTINO entrega un libro que ha sido apoyo en las revueltas francesas contra la
regresión social, y texto difundido en toda Europa por diferentes movimientos
sociales.
Solo 30 páginas del ensayo, pero, con una claridad y
razonamientos capaces de motivar a la reflexión sobre la situación actual de
nuestra sociedad. . . imprescindible leerlo para entender los movimientos
sociales de indignación que empezaron en Europa y ya recorren todo nuestro planeta.
. .se felizzzz!!!
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