Entrevista Paco Ignacio Taibo II. Segunda parte

martes, 7 de febrero de 2012


POR DANIEL EMILIO PACHECO.


- Con Temporada de Zopilotes, otra vez novela histórica.

- No, un libro de historia. Nada de novela, nada de ficción. Lo que paso tal y cómo paso. No quería, no quería enlodar la historia con la novela y dar la sensación de que estaba fantaseando, me pareció tan horrible lo qué estaba encontrando que quería hacerlo historia, historia, historia, historia. Un libro de historia muy narrado. Pero bueno, porque a mi me gusta hacer una historia muy platicada pero… historia, historia, historia. La verdadera historia de como se arma el golpe de estado contra los hermanos Madero y… y la respuesta a varias preguntas ¿no? Que uno tiene en la cabeza y que le rondan a lo largo de los años, qué dices: cómo es posible que cuando era joven hubiera sabido más sobre el golpe de Pinochet que sobre el golpe de Huerta, ¿no? Y es que bueno, nos formamos en unos contextos internacionales que dejaron por culpa de la demagogia con la que se había contado la historia de México y la retorica.

La historia de México no nos calentaba a mí generación  y ahora estoy desquitándome y pagando el… pidiendo perdón y pagando el precio, ¿no?

- Muy interesante “no nos calentaba a nuestra generación” ¿por qué?

-Yo creo porque la retorica nos echaba cubos de agua encima, ¿no? ¿Ese cura Hidalgo descafeinado te interesa? No, no me interesa para nada ¿Te interesa Morelos? No, para nada ¿Y la revolución mexicana? No, era una revolución democrático burguesa no, para nada. Y bueno entre el pensamiento esquemático que una parte de mi generación nos domino, porque éramos gente sana y de izquierda pero no exceptos del virus del esquematismo ¿no? Este… y la retorica que nos había echado el PRI mano ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! ¿Y los que nos la están quitando? Güey, preguntábamos en voz alta. Entonces, bueno te cae un alejamiento, una distancia frente a la historia nacional. La horrible, manera de como nos educaron: reiterativa, repetitiva, fallas, nada de contenidos, los personajes no resultaban atractivos. Eran ocho anécdotas cuando mucho ¿no? Y muy pobres ¿no? Entonces ahora, ahora me dedico a la venganza contra mi mismo y mi propio pasado, bajo la idea de que este país se merece que le cuenten bien la historia ¿no?

-¿Cómo surgió Temporada de Zopilotes? Hemos hablado de algunos de algunos de tus libros que surgen en un documento allá olvidado, que casualmente lo encuentras y dices: a ver qué hay aquí.



-Le volviste a atinar. Ah… estoy leyendo la biografía en Nahui de Pino Cacucci, Nahui Olli Carmen Mondragón y de repente me digo: Oye pero este general Mondragón que retrata aquí que es un retrato terrible si autoritario, represivo, probablemente violador de su hija, es el mismo general Mondragón que preparo la decena trágica ¿No? Y de repente  digo sí  y eso me dispara  y me hace  seguir detrás de la historia de Mondragón y a su vez detrás de la historia de la decena trágica. Me leo el texto de los Reyes sobre su padre y encuentro una frase que me pone los nervios de punta, que es que Reyes en Argentina treinta años después dirá: “Con la muerte de Bernardo Reyes muere la posibilidad de un demócrata”. Yo digo: ¿Esta hablando de un general golpista este cabrón? ¡Que cara más dura! mucho amor filial mano y esas cosas me van calentando. Y la otra es la lectura de una biografía de Gustavo Madero que me parece el gran personaje olvidado de ese movimiento que era maravilloso Gustavo “el ojo parado” como le decían y encuentro una frase de un testimonio de Azcona creo que es en la que dice que Gustavo decía en broma “De los dos Madero fueron a elegir el mas tonto.” Y la frase en tremenda porque es verdad. Yo nunca he sido Maderista, Madero me parece un personaje blandengue que le quedo grande la postrevolución del diez, ¿No?

Que fue capaz de confrontar al Porfirismo un tipo valiente echado para adelante, con una componente muy “Quich, quich de vegetariano, chochero, de… de espiritista ¿No? Este… pero…
Que le queda chica la postrevolución porque es incapaz de ver que lo que hay atrás no solo es desmoronar al porfirismo político sino el porfirismo económico y que pacta con el ejército y lo deja intacto, mismo ejército que lo va a matar.

-¿Por qué tienes un tiempo escribiendo solo de aspectos históricos de México? Rescatando héroes…

-Y personajes, historias y antihéroes porque aquí los personajes centrales son los seis generales golpistas. Este… porque tengo una presión desde abajo, mano, de los lectores ¿si? Yo trato de mantenerme mí libertad de escritor pero también la reciento y de repente digo pues, caray hay, hay que contar las historias que la gente quiere que les cuentes y la gente a veces no sabe que historias quieres que les cuentes pero tu intuyes ¿No?

Y ahora estoy con otros dos trabajos de Historia de México. En el intervalo descanse. Me escribí una novela que ya termine pero los últimos trabajos son una Historia de la Batalla del Álamo la verdadera historia de la guerra del Álamo no apta para Hollywood y lo otro es una historia que es obligado a escribir que es la historia de la guerra de Yaqui que es la gran epopeya que ha tenido este país con su Auschwit al final con su gran holocausto, termina en holocausto así de ese tamaño, horrible, trenes llevando indígenas Yaquis desde Sonora para mandarlos a la esclavitud, Yaquis tirándose de los barcos para suicidarse, esclavitud a una de las tribus más nobles y más libres que haya desde la historia de este país una historia terrible. Y al mismo tiempo la resistencia, treinta años de guerra de guerrillas. Tons bueno hay que contarlas estas historias de donde venimos para preguntarnos a donde vamos.

Villa me enseño mucho, a mí como persona. El escribir el libro de Villa y el recibir el discurso y el debate con los lectores me educo un montón.

-¿Cómo ves ahora a México después de conocer a la historia más a fondo?


-Lo veo con la mentalidad del activista estudiantil que fui en los 60s y el resistente de los 70s y del intelectual de izquierda de los 80s y los 90s. Lo veo como un país por arriba absolutamente degradado, donde domina la mentira, el doble discurso con una oligarquía de puta moral. En la mañana putañera y a la noche van a misa; no a la inversa, más bien a la inversa ¿No? Más bien a la inversa en la mañana van a misa y en la noche putañeros ¿No? Este… Con una política económica tan claramente diseñada que no te deja lugar a dudas de que “Beneficio de unos cuantos malestar para muchos” ¿No? Con un ministro de Hacienda que cada vez que abre la boca me agarro los testículos para que no me los corte porque las intenciones las tiene. Y que en las noches sueño que Villa lo agarra a marrazos. Este… con un ministro de Educación que es de dar lastima, lacayo de Elba Ester. Un ministro de Trabajo que no es mediador sino es, esta del lado de los patrones. Pa llorar. Y por otro lado la amenaza del regreso de los cuarenta ladrones de Alí Baba encabezado por Peña Nieto. Me pone muy nervioso.

-¿Porque no escribes de eso?

-Escribo, escribí un artículo hace dos semanas sobre el conflicto de los electricistas, pero a veces siento que es más útil hacer lo que sé hacer, una biografía de Pancho Villa.

-¿Por qué no una biografía del Secretario de Hacienda?

-Esa, que se la escriban los que los quieren. Yo no escribo libros de gente que no me gusta. Incluso en “Temporadas de Zopilotes” me agarre de  Gustavo Madero con las uñas para escribir, porque me estaba poniendo muy nervioso por escribir el libro.

-¿Por qué no te gustaba?

-Los generales son horribles compadre, y el embajador gringo un monstruo pero un monstruo mentiroso, sínico, corrupto. El Henry Lane Wilson.

-Y ya que… Ya que empiezas a escribir acerca de Madero, del otro Madero, de los generales. ¿Cómo lo haces para  que sea digerible?

-Mira yo parto de un punto de vista muy sencillo dicho, pero  a la hora de hacerlo no es tan sencillo ¿Qué es? La historia hay que investigarla con tremendo rigor y hay que contarla de una manera muy ágil, hay que saber narrar la historia y esto significa usar los recursos de la literatura que no la ficción, a nada de inventar diálogos, nada de inventar situaciones, usar los recursos de la literatura para contar bien lo que investigaste rigurosamente.

-Pero, es difícil a veces no inventar unas palabritas.

-Para nada, en todos los libros de Villa y el Che no hay una sola palabra inventada. Cuando tengo  duda de la calidad del testimonio lo digo: “Dicen que Villa dijo esto”. Y en algunos casos la duda la llevo más allá  y dice: “Dicen que Villa dijo esto, pero no me lo creo por esto y por esto”.

CONTINUARA. . .

1 comentarios :

J Luis Rivera dijo...

Personalmente, "Temporada de Zopilotes" me gustó muchísimo. Más que el de "La Decena Trágica" de José Manuel Villalpando.

Saludos! Que buen blog!

 
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