LA PUERTA FALSA. GUADALUPE LOAEZA
lunes, 9 de abril de 2012
POR DANIEL EMILIO PACHECO.
La muerte siempre remueve emociones y sentimientos en las
personas cercanas de quien fallece. Y sí
una muerte por enfermedad o accidente es difícil de aceptar, la decisión de un
suicida deja muchas preguntas en quienes le conocieron.
A pesar del tiempo que el hombre se ha dedicado a
estudiar las razones que llevan a un suicida a tomar ésta decisión, no se han
logrado avances significativos. Como sociedad, el suicidio solo es tratado con
morbo, y poco interés; así, como si no sucediera.
Sin embargo, un recuento histórico nos permite entender
la diversidad de personajes que han sucumbido ante el suicidio. Además de los
diferentes enfoques que la sociedad le ha dado a ésta llamada: puerta falsa.
Guadalupe Loaeza decidió entrarle al tema, y la verdad me
dio mucha curiosidad ver el tipo de enfoque que iba a darle al suicidio en su
libro "La puerta falsa". Debo decir, lo primero que leí de Guadalupe
Loaeza fue "Primero las damas" editado por Planeta De Agostini -una colección
de narrativa, muy bien escogida-, de ahí el relato que más me impresiono por el
ritmo de la descripción, fue el que
trata del suicidio de Miroslava.
"La puerta falsa" es el pretexto para que
Guadalupe escriba "de suicidios, suicidas y otras despedidas", y es
la Loaeza que disfruta escribiendo de un tema que le gusta y conoce, narra
delicadamente y con buen gusto los momentos finales de personajes muy
diferentes, adereza su escritura con poemas y escritos llenos de emoción,
recuerda para el lector los logros de suicidas famosos, y de famosos suicidas.
El viaje suicida es largo, tan largo como la historia de
la humanidad. Acompaño a Aníbal el temerario guerrero de Cartago. Entro en el
departamento del Guasón más importante en la filmografía de Batman. Observo las
fotografías de Stefan Zweig junto a su esposa y parecen dormidos. . . Sospecho.
Acompaño a Horacio Quiroga en sus desventuras, en su obsesión a la selva. Visito
a Emilio Salgari en su necesidad de aventuras. Recorro la agonía de Van Gogh en
brillantes colores y dudas. Escucho en Notre-Dame el disparo que termina la
vida de Antonieta Rivas Mercado vestida de Chanel. Regreso con Doña Josefina de
pasear y encontramos a Jaime Torres Bodet muerto junto a una nota. Contemplo el
diseño en tres actos del arquitecto O'Gorman, quien se aseguro de no fallar.
Reviso las dudas que los investigadores tienen del caso Marilyn, confirmo lo
que yo sé. . .solo usaba unas gotas de Chanel para dormir. Veo los recuerdos
del campo de concentración, que el dolor del cáncer de su madre produce en
Primo Levi. Escucho a Violeta Parra dar Gracias a la vida. Me doy cuenta de la
mirada perdida y vidriosa de Pedro Armendáriz en el hospital. . . y esto, solo
es parte del viaje.
De la edición. Portada. . .mmmm. . . no sé. Impresión limpia
y de calidad, muy bien las imágenes y fotografías que complementan la obra. Editorial
OCEANO entrega un documento histórico interesante, divertido y de calidad.
“Cuanto más voluntaria la muerte, más bella. La vida
depende de la voluntad de otros; la muerte de la nuestra” Montaigne. . . me
gusto el trabajo de Guadalupe Loaeza, y entendí que. . . soy felizzzzz!!!
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