ARRECIFE. JUAN VILLORO
martes, 29 de enero de 2013
POR DANIEL EMILIO PACHECO.
Juan Villoro es uno de los escritores que me gusta leer.
Sus crónicas en diferentes medios impresos fueron lo primero que conocí de su
trabajo y me gusto.
Llegar a leer Arrecife, fue un momento esperado. Y el
resultado... De lo más contradictorio.
No sé en qué momento me fije la idea de que Arrecife era
una novela policiaca -mea culpa-, después de terminado de leerla, me quedo con
la idea de que no lo es -aunque crímenes y un policía, forman parte de la
trama-.
Al ser Arrecife una novela, esperaba una trama envolvente
y subyugadora. Con los paradisiacos escenarios del Caribe, personajes
aventureros, detalles históricos, alguna chica guapa, y dosis de erotismo y
sensualidad -propios de una historia de playa-. Y todo eso está ahí, pero, no como algo ficticio, sino como una descripción de la
realidad que incomoda.
En Arrecife el lector encontrara todas las pasiones,
delitos y situaciones violentas características de nuestra época -y propias de
nuestro país-. Pero, sin excesos, ni situaciones grotescas... Aunque un
extranjero es asesinado con un arpón, una mujer es chantajeada y violada, un
adicto destroza su vida, se muestra un pacto homosexual suicida, alguien tiene
como prioridad su negocio, otros expulsan a los dueños originales de unos
terrenos de playa, el narcotráfico tiene el control de la zona, los suicidios
son una salida, el fraude y lavado de dinero destruye a gente inocente... Y
mucho, mucho más...
Juan Villoro entrega una novela fácil de leer -y es que
Villoro escribe bien y construye frases muy citables-. Incluso su diseño no
incluye capítulos, toda la historia se va de corrido. Pero la esencia de Arrecife es complicada, y
al final deja al lector pensando en lo delgada que es la línea que divide la
ficción de la realidad.
Editorial ANAGRAMA entrega una novela poco común, que deja
al lector intranquilo.
Arrecife es una historia que juega tanto con la ficción
que llega a parecer muy real, o es una historia tan real que nos muestra el
país de ficción en que vivimos... Se felizzzzz!!!
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