QUE SE ABRA ESA PUERTA. CARLOS MONSIVÁIS.

lunes, 17 de enero de 2011

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POR DANIEL EMILIO PACHECO.

Que se abra esa puerta, se define a si misma como una obra de referencia. Una muy buena obra de referencia.

"Que se abra esa puerta" Carlos Monsiváis. Editorial Paidós mexicana. Debate feminista.



Esta obra esta compuesta por algunas de las crónicas y ensayos, que durante 20 años, Carlos Monsiváis entrego a la revista debate feminista –sin esta obra pocos tendrían acceso a este material-. En esta ocasión, solo se presentan los escritos relacionados con la diversidad sexual.

Carlos Monsiváis, supo de este proyecto, incluso puso el nombre al libro, escribe Marta Lamas:

“Aceptó sin protestar, ¡lo cual es mucho decir! Le lleve la selección ya impresa y tanto le gustó la idea, que hasta le puso titulo en seguida: Que se abra esa puerta. Seguro más de uno pensará que es la puerta del clóset, como sugiere el poema de Pellicer. Pero, según Carlos, era la puerta de la dignidad.”

"Que se abra esa puerta", es una referencia en cuanto a la historia de la diversidad sexual -desde el porfiriato- en México. Dice Monsiváis:

“Ésta es la crónica (muy parcial y bosquejada) de la primera etapa de una minoría mexicana. Al no existir propiamente la historia de esta comunidad involuntaria y voluntaria, he recurrido a los registros literarios, periodísticos, y, a veces policiacos, y a testimonios -recopilados a lo largo de los años- de un grupo de amigos, entre ellos . . . Además y de modo preponderante, los escritos de Salvador Novo. El crédito de las informaciones es suyo, los errores de transcripción son enteramente míos”.

Coleccionista de objetos, Carlos Monsiváis, nos presenta en "Que se abra esa puerta", el origen de una colección importante de historias nacionales -que han pasado a la posteridad como referente al movimiento de la diversidad sexual-, momentos tan determinantes, resumidos en una frase o una palabra, “el ambiente”, ¿que es? ¿Qué significa? ¿Por qué esa palabra? “El 41” la historia detrás de un numero maldito. “El arte del chisme” ¿en que consiste? ¿Cómo se cultiva? El divertido “perreo” –nada que ver con el baile juvenil de moda- un deporte nacional –muy divertido para mi gusto- del movimiento gay. Entre muchos otros temas.

La revisión histórica de la diversidad sexual, también es a nivel nacional, no podría ser de otra forma, para un adicto observador.

En ninguna época es fácil vivir transgrediendo la norma social, así sea de manera legal y legitima, pero en un país oficialmente machista todo se complica. De acuerdo con clasificaciones imponderables pero rígidas, solo hay dos tipos de homosexuales: el joto de tortería y el maricón de sociedad.los demás son sombras huidizas que al no alcanzar casillero, se dejan describir por el diminutivo que les aplican (”Juanito/Robertito”), y por el trato siempre condescendiente. Y del hostigamiento pocos se libran. A Chucho Reyes Ferreira se le expulsa de Guadalajara con el procedimiento aplicado contra los “desviados” de la época: hacerlo barrer las calles rumbo al tren que lo expulsará de la ciudad; a Alfonso Michel la policía de Colima lo persigue como a feroz delincuente; a dos homosexuales de la “Buena Sociedad” de Guadalajara, Guillermo Hermosillo y Gabriel Orendáin, Guille y Gaby, se les dedica una porra juvenil, que en los años cincuenta aun se escucha en juegos deportivos: “a la Guille, a la Gaby, A la Ay sí tú, Jalisco, Jalisco (o el nombre que se quiera), Ay dios tú”.

A los afeminados de clase pobre les corresponde, nomás por su aspecto, las humillaciones en serie que, al despojarlos de toda humanidad reconocida, les permiten sobrevivir. Son los encarcelados por “faltas a la moral y a las buenas costumbres”(los mas típicos: los enviados a la crujía J del Palacio Negro de Lecumberri); son los jotos de los puestos en la Feria de San Marcos en Aguascalientes; son los niños afeminados a quienes sus familias educan como a mujeres en el Istmo de Tehuantepec.

Estas crónicas no estarían completas, sin algunas imágenes que describen la personalidad de Salvador Novo Carlos fue, a mi parecer, su mejor biógrafo-. Una pequeña muestra de Novo y su amistad con Xavier Villaurrutia:



Esta pequeña actriz, tan diminuta

que es de los liliputos favorita,

y que a todos el culo facilita.

¿es exageración llamarle puta?



El ensayo no queda fuera de esta selección de colaboraciones por parte de Monsiváis, sobre las minorías sexuales.

¿Cómo se explica en el siglo XIX mexicano la ausencia de leyes y reglamentos a propósito de las minorías sexuales, o la inexistencia de artículos, personajes literarios o incluso representaciones caricaturales de la gente gay? En Europa y Estados Unidos la situación es muy distinta. En Sexuality and its Discontents, Jeffrey Week informa del número de libros sobre homosexualidad (cerca de mil), publicados en Europa entre 1898 y 1908. Y también, entre 1880 y la primera guerra mundial, se discuten en Norteamérica y Europa, por lo menos entre las minorías ilustradas, el amor libre, el aborto, la masturbación, la homosexualidad. En cambio, en la muy católica nación mexicana, el único de estos temas que se toca, y con fines aleccionadores y sermoneros, es la prostitución (hay mas referencias a la masturbación en catecismos del siglo XVIII que en todo el siglo XIX).

Lógica del ocultamiento: lo que no se nombra no existe, y lo nada mas filtrado, y muy despreciativamente, en las conversaciones, es sórdido de suyo. Eso obliga a una gran inocencia, fingida y real. Mientras el escándalo no ilumine el asunto, el recelo es categoría desconocida, y por tanto, la homosexualidad es impensable. No hay sospecha si la abominación es inconcebible.

"Que se abra esa puerta", también será una referencia en cierta forma mórbida –enferma-, por las conjeturas que se hacían sobre la vida sexual de Monsiváis, cito una vez más a Martha Lamas, quien escribe al respecto:

Carlos se resistía a decir públicamente que era gay no porque quisiera ocultarlo, sino porque hacerlo le parecía discriminatorio. Las personas heterosexuales no tienen necesidad de publicitar su orientación sexual. Creo que al dicho de Marta Lamas, solo faltaría la acotación bíblica –que de biblia Carlos sabía un buen- “de la abundancia del corazón habla la boca”

De la edición. Portada en base a una ilustración de Milton Gleaser, muy acorde al tema. Impresión limpia y bien cuidada. Lo criticable es, la letra tan pequeña de las referencias de Monsiváis en sus escritos. Editorial Paidós mexicana y Debate feminista, entregan un libro valioso y con mucha carga histórica.




El mejor homenaje a Monsiváis sería hacer una magnífica edición de su obra. Tomar su amplísima producción y distribuirla por géneros, temas, fechas, buscando afinidades sutiles entre los textos. También será necesario compilar una rica y rigurosa antología. Sus discípulos literarios directos nos deben ese trabajo. - Enrique Krauze. . . Creo que a los participantes visibles en este libro, Marta Lamas, Alejandro Brito, Braulio Peralta, y, los no visibles, podemos agradecer este homenaje a Carlos Monsiváis. . . .Se felizzz!!!

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